lunes, 24 de agosto de 2009

AGOSTADOS

Erase 16 veces las que incesantemente te busco para no saberte entre lo ajeno.
Pertenecemos a mundos totalmente distintos, pero que ambos se atraen,
porque al igual que tu y yo, sin la existencia del uno no cabria la del otro.

Si tú eres el principio, yo soy el fin.
Si tú eres la luz, yo soy su reflejo, tu reflejo
Si tú eres los gestos que todos recuerdan, yo inconscientemente soy tu gesto.
Si tú eres la luna frágil y misteriosa que ilumina la oscuridad que dejaste, yo
soy el sol cargado de la luz que depositas en mí.

No sé si sientes frio, tristeza o quietud, aquí a veces si lo siento y sobre todo
esas ganas de llegar a ti que me alejan de todo y me llevan a ti.
Dejaste dos vidas por hacer, la tuya y la mía.

No desisto de buscarte entre las nubes que cruzan el cielo, ni de gritar tu
nombre aún sabiendo que nadie contesta, solo este vibrante silencio de mi
habitación que me devuelve a la realidad, sabiendo que ya no estás aquí, pero
si para mí.

Me pregunto si es tu vida la que fue así, mi vida la que está siendo así o la
propia vida la que es así…

Y sólo contesta esta distancia tan terriblemente cruel, tan terriblemente
inevitable, la que me aleja de todo y me lleva a ti, aunque no estés aquí, pero
si para mi…

Si la vida hizo conmigo el dos de agosto, quizá el cambio lo gané en saber
prescindir de lo imprescindible..

2 comentarios:

  1. Muy bonito!
    pero prescindir de lo imprescindible se me antoja..............prescindible???

    en cualquier caso; un abrazo.

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  2. Quizá con el tiempo acaba siendo prescindible. Gracias.

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