viernes, 30 de octubre de 2009

HUÉSPED

Durante los siguientes días, desplomado de una lejanía cegada ante el recuerdo se describe un hombre temiblemente gris, desde el envés del ser, masificado por marañas de humo denso y miradas furtivas rasantes por la ventana, tendiendo minutos que se fragmentan ante un nítido cristal que la contiene a ella, que lo mantiene a flote al nivel del mar aún en distinta orilla.

En noches de otoño vuelve a verla brillar entre pilares, ante la luz de las estrellas y le susurra desde dentro de su paisaje de llanuras desiertas e ignífugas como un niño desconcierto que nadie hay a su alrededor.
Ella es la dueña de su mar, la que se mece en los pasillos de su oquedad y desestanca su sumidero más profundo, el de la soledad de su alma y la que clava dentro del agua las manos para escurrirle lentamente las lágrimas que bajan por el vidrio que divide ambas fracciones de vida.

Le goteaba, espesa, la sangre del espíritu, pero las gotas se disipaban en la nada por culpa de la filtración de su llanto herido. Decúbito supino, pensaba que ella fue una vez guerrera de mundos ingentes a la sombra de una pérgola sin tensores justo donde suelen ir los reticentes de palidez y cargados de espíritu.

Justo en ese momento, en el páramo herido de su corazón brotó otra persona, otro hermoso Eder curándose una y otra vez las llagas en aquella ventana al mar de sus ansias, condenado a no cambiar, sólo invadido por una brizna mínima, incierta e injustificada, pero aun así lo mas balsámica, expectativa.

ZUNCHO

Ahogados recuerdos,
restos de suciedad
que echaron a nadar.

Trampas y dichos ficticios
invadidos de prepotencia
que no volverán a gotear

Momento de inercia
vetado de exenta literatura
si tu vida me la sé de sobra.

sábado, 24 de octubre de 2009

OMITIDO

Horas envenenadas por el ácido que desprende la ciudad por sus calles. Un inerte desconocido apenado por los achaques de amores inhóspitos en cualquier otra parte se detiene por un momento ante su reflejo en el cristal de la ventana mientras escribe toda su aversión entre líneas de pena y llanto.

Mira afligido su mandíbula deforme por el embrutecimiento de su boca húmeda en carreras de agua salada que emergen de sus ojos, pero tras ese reflejo yace una figura de un alguien que se adapta al fondo de su imagen.

Allí está ella, en el otro balcón del edificio contiguo, desenredando telarañas y marañas de viejas historias recónditas entre sinestésicas vueltas por los pasillos intentando aprender a caminar antes de la puesta en obra a pie de calle.
Nadie la conoce, nadie la deja de ver.

Eder, Perdido en el itinerario de sus pasos en sendos caminos por sus pasillos, no cesa cada tarde en fijar su imagen al cristal para superponerla a historias de arañas que bajan por el tronco buscando imágenes de salitre que no quemen y estén exentas de adormidera y no deja de seguir las corrientes orbitales enganchado cada vez que la encuentra asomada a la razón de sus días, sin saber que hace ella realmente mientras deambula por su casa y en altas horas de la noche y se queda mirando fijamente a cualquier otra parte mordiéndose el labio como si tuviera hambre por comer del aire.

Imágenes que encuentra en el cristal de la ventana y la adicción que se establece en su mirada adaptando una imagen desteñida de un náufrago moribundo entre nudos de porquería por acuse de derribo importada en los restos de edificios colindantes que limpian sudores envejecidos de varios años y un día de recuerdos terribles.

lunes, 19 de octubre de 2009

CLÉ

Te estás haciendo mayor, tus piernas se apagan por el tráfico de la mala circulación y las rodillas rechinan del desgaste de andar por sendos caminos del alma. El sueño te vence cuando te quedas quieta y sin obligación.

Cada herida tarda en cicatrizar no días, sino meses entre averías y redenciones.
Te estás haciendo mayor a cada momento cuando se entornan los ojos y se ven las bolsas vertidas en el lagrimal que pesan y arrastran el lodo y nublan tus ojos por el dolor de las úlceras que te haces con cada restregón.

Te estás haciendo mayor y te llenas de rarezas y manías que recubren de frio los huesos del núcleo que templa tus dolencias hirmándote entre tanto y tanto para no tropezar con el umbral de tránsito a cualquier otra parte.

sábado, 17 de octubre de 2009

CONTORNOS

Un almacén, periferia con estirpe.
Papeles corrompidos que giran
en el suelo por el viento plano
viudos de palabras con dolores en el brazo.

Rechina el aire demoliendo los vestigios
cuando por los nudillos y falanges
la sangre que en venas no corría
porque en este almacén, periferia
hace rato que hay individuos muertos.

Miles de papeles excéntricos en el suelo
cómo séquito a cada paso del viento.
Tinta derramada por recapitular.
El ultimo adiós para que desaparezca aquí.

jueves, 15 de octubre de 2009

RESTOS

Cáveas llenas de escombros fallidos,
trabados amarres de blanca espuma,
encantamientos soterrados.
Cuerdas cocidas, vidas mentidas.

Galones corrugados, litografías erosionadas,
montantes de granito y mármol
canecillos bucólicos de espías insurgentes,
susurros reticulares de tórtolas
embuten vida de soldados.

Titubeos contagios de terror y represaría
por tierras romanas de urbe mediterránea.
Improntas de fotogramas de mero drama
por guerras que el viento agita y empotra.

miércoles, 14 de octubre de 2009

SÍNDROME DE DIÓGENES

Con todo lo que tú eras, con todas tus cosas buenas
se ha asfixiado el aire con el que respirar,
los cables están ahogados de trabarnos en su corriente,
la basura amontonada malgasta el tiempo en muros de lamentos
y la herida sangra con tu voz entre silencios.

Portones atrancados que hacen tanto daño,
frío contenido en respiración por mundos que ya no existen
abandonando el verso y cegándome en razón.
Mientras la luna te despierta corrompida de beberse el mar
por la fecha de caducidad de esquirlas de madera
por las que apenas pasa la luz.

Una vez en alta mar esta situación,
cuesta tirarte por la borda y vivir en una boca oscura,
caminos disipados y sólo quiero volver a puerto,
con todo lo que tú eras, con todas tus cosas buenas
y tenerte por mucho que amargues y te desvanezcas.

Mañana me levantaré hecha una mierda...

martes, 13 de octubre de 2009

SERIE 2






C/ DEL SILENCIO Nº 2

Entre balcones infinitos de sensatez y sin cabida para dos, de calles embotadas con soles que ciegan y resetean mi cabeza, la resaca así pica más y los suspiros quedan derramados.
El barrio quedó sumergido de mosquitos cimbreantes y pegajosos que inyectan veneno en la hiel para hacerse grandes y crecer.

Ya no hay restos secos de saliva que empañan ventanales de arbitrariedad ni delincuencias del sentido de culpabilidad debajo de 169 cm si no arañan más que un milímetro de piel para infectar mi hiel, buscando mi caos molecular.

Todo se comporta como una extraña habitación de horas bajas que pesan, de cruijdos en el suelo y de arañas que descienden por el brazo hiriendo las ansias y los yoes. Los insectos inyectos no alcanzan la altura del portal por sus débiles tobillos enterrados en el fango que generan las alcantarillas y que demuelen mi escenario.
La calma quedó encapsulada entre ramipril caducado con caída libre al abismo en sendas avenidas transparentes para ver la maleza a la deriva.

Avenida vuelta y media de enormes papeleras, por si vienen nuevos versos o se van, por si nunca pueden darme alivio ni recetarme tranquilidad.
Tras haber vivido batallas en teatros de caras oscuras y foros con olor a brisa del mar, a tormentos barcos confundidos divagando sin cesar, a cabezas llenas de cables enredados sin saber a qué puerto atar, a confundir entre vuelta y media vuelta con ganas de marear.

Encima del asiento rojo de mi balcón he dejado lápices roídos de oquedad como el influjo inerte que embelesa niveles de la dermis del alma en vez de cegar posos de ron que desinfecten tripas contagiadas de prepotencia, de andaduras por las ramas con amenazas de conocer bosques, aún cuando sientes desmayo de no tener que comer, aún cuando aspiras comer del aire, aún sin tener carnet válido para manipular alimentos, aún sin saber si has llegado más cerca que ayer, porque te dejas ir sin limar mas del primer milímetro de tez.

http://www.youtube.com/watch?v=H71Fv3PcQQY&feature=fvst

domingo, 11 de octubre de 2009

CONSECUENTE

A esta hora, a la anterior y la posterior
seguiré sintiéndome así,
cargando con toda la tristeza.

El sueño no me vence y no consigo dormir,
son consecuencias y resistencias
sin saber ni a qué, ni cómo ni porqué.

Ahora soy todo gotas de agua
sin poder meterme en la cama,
y la eternidad duró lo que duran las pequeñas cosas
por si no me dejas planear tu viaje del autobús de vuelta
a la franqueza y la confianza mirando por la ventana.

Te falté y ahora me faltas tú,
pero no dejo de ser la perdedora sincera
tanto si te vas como si decides que volverás..

jueves, 8 de octubre de 2009

CAÍDA ETERNA

No voy a negar que tengo las rodillas sucias de tanto andar por tu mirada, de sentarme al filo de tu espalda como la caída eterna del precipicio del equilibrio, sino caben tantas ganas en las ansias de tu enredo.
Que tengo paz en el pecho por ventanas y reflejos, por sonrisas y desvelos.
Que tengo en la tráquea asfixia por tu eco, amnesia de tu cara y anhelo de retornos tiernos.
Que tengo silencio por el techo descolgado y ahora soy quién sostiene entre momentos con andamios tu fuerza y mi distancia.
Que tengo los oídos desplomados en festejos de pitidos, entre vertidos de hiel de tu corporalidad.

martes, 6 de octubre de 2009

TRINCHERA

La duda me hunde,
el aire me baja del columpio que pasaba por mis pies,
la falta de pasar por aquí me puede,
la incertidumbre entre temblores por tirar piedras me arde.

Días inundados de palabras quedan anegados
y otros en los que todo ha sido arrastrado
parecen no acabar con el titubeo
que descifre el instante de la lluvia fina
o de tormentas de falseidad.

Palabras que no se dicen,
pero su hueco parece que muerde..

lunes, 5 de octubre de 2009

PRÓLOGO


Desde el preámbulo dónde todo queda vertido, te escribo
atravesando olas en golpes de viento por las rodillas,
empujando huecos vacantes sin filtrar el aire,
pinchando el costado con dedos como raíces.

jueves, 1 de octubre de 2009

DÍAS FRÍOS

Y sólo se escuchaba ese silencio que embotaba el autobús, el mismo que callaba a cada uno a primera luz, esbozaba leves muecas de sueño con quimeras de lemas y ademanes en hilera del tumulto externo que resonaba para que todo empiece de nuevo.

Otras miradas