lunes, 21 de septiembre de 2009

DE LA NADA


Podría escribir el silencio que cabe en una hoja en blanco, describir ese abismo que contiene un libro lleno de vacío.

Podría escribir sobre las incisiones de escritura en los márgenes de papel.
Podría escribir de los golpes de mar de un domingo de madrugada, o como la luna araña las olas en rachas entrecortadas.

Podría escribir palabras que, entrelazadas, hicieran una frase idílica, perfecta, a tu sentir.

Podría escribir del tiempo que hace que no pienso en el tiempo, de los relojes deformados y derretidos ante la espera del tiempo.

Podría escribir de los posos de las botellas de vidrio, cuando se beben las copas del ahora y del después. Podría escribir sobre la rabia de despertarme cada mañana y la de dormir sin obligación.
Podría pasarme la vida sin escribir de tí, ni de tí ni de nada, de garabatear a mi antojo para que mañana sea el viento quien todo lo borre, pero el problema es que entonces no estaría diciendo nada...

5 comentarios:

  1. Muy bonito texto. las palabras se las lleva el viento; los libros, escritos,.... siempre perduran y te dicen algo :)

    ResponderEliminar
  2. esto lo hago tantas veces, para al final no decir nada, porque no escribes lo que necesitas, o porque como solía pasarme, no me atrevía a hacerlo (es que eso es mirarse en un espejo...)

    ResponderEliminar
  3. Siempre queda el recuerdo, aunque pases de lado o escondas lo que no quieres que se refleje en ese espejo entre pragmáticas abstractas. Gracias!

    ResponderEliminar
  4. a con que los posos de las botellas de vidrio? jajaja tu nunca les dejas posos y tu las copas de las tomas ahora y despues jajajaja!! un besico cielo!!

    ResponderEliminar
  5. ¡Son los vasos de tu nevera de aquel día de tapeo dónde el sol con la resaca picaba más!

    ResponderEliminar

Otras miradas