lunes, 21 de septiembre de 2009

INQUIETUD


Esperé perennemente cuando nunca esperé
con las manos arrugadas dentro del agua,
andando entre sus círculos concéntricos
contra golpes de mar absurdos de latidos
que corroen cuando hablan de tí o de mí
aún sin pronunciar palabra.

Nadie camina por calles muertas
llenas de charcos porque ya no salen barcos.
Nadie limpia dedos amarillos
ni seca pulmones encharcados con abrazos de diluvio
cuando la inquietud vuelva a empezar
resucitando al alba con bocados de avidez.



3 comentarios:

  1. Ah, siempre queda algo donde sea, imposible de olvidar, tampoco creo que hagamos lo posible por borrar lo que necesitamos quitar de nuestro horizonte, porque queda en el pasado, creo...

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  2. claro q conducen a varios rincones, lo q pasa esq me camuflo en las palabras o con las palabras de las cosas q debería en realidad contar. Pero no hay fuerzas, y las palabras son mi escudo.
    Escudemonos!

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  3. Escribimos pensando en las expresiones del mañana y cuando llegan y pasan las desechamos oxidadas tras contemplarlas de otra manera

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