miércoles, 14 de octubre de 2009

SÍNDROME DE DIÓGENES

Con todo lo que tú eras, con todas tus cosas buenas
se ha asfixiado el aire con el que respirar,
los cables están ahogados de trabarnos en su corriente,
la basura amontonada malgasta el tiempo en muros de lamentos
y la herida sangra con tu voz entre silencios.

Portones atrancados que hacen tanto daño,
frío contenido en respiración por mundos que ya no existen
abandonando el verso y cegándome en razón.
Mientras la luna te despierta corrompida de beberse el mar
por la fecha de caducidad de esquirlas de madera
por las que apenas pasa la luz.

Una vez en alta mar esta situación,
cuesta tirarte por la borda y vivir en una boca oscura,
caminos disipados y sólo quiero volver a puerto,
con todo lo que tú eras, con todas tus cosas buenas
y tenerte por mucho que amargues y te desvanezcas.

Mañana me levantaré hecha una mierda...

2 comentarios:

  1. Pero a salvo en el Puerto, con el resto de los barcos que acaban llegando tras meses en alta mar, agitados, destrozados, sucios y vacíos de gasóleo, pero en el Puerto... alguien dijo que nada es tan malo, y no lo es, claro...

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  2. Ya sólo queda encender la última cerila para que arda el embarcadero nefasto en estallidos de abismo y nadar como los peces de colores que tintan el mar

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