sábado, 24 de octubre de 2009

OMITIDO

Horas envenenadas por el ácido que desprende la ciudad por sus calles. Un inerte desconocido apenado por los achaques de amores inhóspitos en cualquier otra parte se detiene por un momento ante su reflejo en el cristal de la ventana mientras escribe toda su aversión entre líneas de pena y llanto.

Mira afligido su mandíbula deforme por el embrutecimiento de su boca húmeda en carreras de agua salada que emergen de sus ojos, pero tras ese reflejo yace una figura de un alguien que se adapta al fondo de su imagen.

Allí está ella, en el otro balcón del edificio contiguo, desenredando telarañas y marañas de viejas historias recónditas entre sinestésicas vueltas por los pasillos intentando aprender a caminar antes de la puesta en obra a pie de calle.
Nadie la conoce, nadie la deja de ver.

Eder, Perdido en el itinerario de sus pasos en sendos caminos por sus pasillos, no cesa cada tarde en fijar su imagen al cristal para superponerla a historias de arañas que bajan por el tronco buscando imágenes de salitre que no quemen y estén exentas de adormidera y no deja de seguir las corrientes orbitales enganchado cada vez que la encuentra asomada a la razón de sus días, sin saber que hace ella realmente mientras deambula por su casa y en altas horas de la noche y se queda mirando fijamente a cualquier otra parte mordiéndose el labio como si tuviera hambre por comer del aire.

Imágenes que encuentra en el cristal de la ventana y la adicción que se establece en su mirada adaptando una imagen desteñida de un náufrago moribundo entre nudos de porquería por acuse de derribo importada en los restos de edificios colindantes que limpian sudores envejecidos de varios años y un día de recuerdos terribles.

3 comentarios:

  1. Desgarrador... pero bello. Porque las emociones, los sentimientos, aunque duelan, pueden purificarse en la belleza de la poesía.


    besos

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  2. De todas maneras aunque exenta de palabras, y ahogada de dolor, las palabras recorren los espacios vacíos entre las terrazas...

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  3. Quizá continue describiendo su situación, ahora que, Eder,tiene algo que lo dirige

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