lunes, 23 de noviembre de 2009

INDIEFERENTE

Deslices que no lamentan nada
acodos en mi propia sombra,
arrojo de vestigios eternos
de cuando el todo era menos

Saltos envasados al vacío
impulsan briznas blandas
que dominan el ser en bosques lejanos
equivalentes a vertidos de letanía

Desalientos mantos de flores muertas
que no renuncian al recuerdo ni al olvido,
horizontes desbordados por ajuares custodiados,
angostos pesares y mares de rumias

Acostumbrados a cruzarnos de vez en vez
por el óxido temporal, las fotos manchadas
y la asquerosa desgana que ahogan
los ecos de voces quebradas.

3 comentarios:

  1. Un desanimo fuerte se refleja en estos versos... y se siente.

    Un gusto leerte.
    Saludos.

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  2. Si el todo es menos, a lo mejor la nada es el olvido, un brindis pequeño por olvidar...

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