jueves, 5 de noviembre de 2009

RESQUICIOS

Entre el suburbio de los goteos que le vertían por la frente con olor a cieno cada tarde sobre las 20:00 p.m, Eder se ducha mientras suena Diseased de Seether, para limpiarse de condenas del alma de tiempos pasados y venenos infectados de tanto tragar del suelo horizontes con sabor a risa benévola y brisas vacías de sed.
Se escondía entre las nubes que bajaban a cargar agua a su ducha para estar más lúcido y enérgico, pero la brisa siempre lo borraba y lo hacía más vulnerable a la humedad marina en un puerto exento de sal.

Se secó frente a la ventana que se inventaba con escenas de goterones que emergían de su piel como lo hacia la adormidera que empleaba ella para acelerar el secado de sus obras abstractas.

Ella era su medicamento, su don no nocivo que pasaba día si y día también por los paramentos de su ánimo aliviándolo de agentes nocivos externos en cuarentena como parte de sus recuerdos de otros tiempos vividos y hoy presentes en medio de protestas pacíficas sin buques con astillero donde atestar, porque la cura de su enfermedad la tiene ella en cada mordisco de sus labios mientras inmersa en sendas carreras por los pasillos de sus venas. Mientras las palabras son espacios entre ambos y a él las heridas ya no le dejan revelarse ante fotogramas dañados por arañazos si su alma yace descolorida por un día que vendió para engañar al mundo.

http://www.youtube.com/watch?v=8Nq2jDYY2EA

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