viernes, 9 de abril de 2010

INSECTO VERSUS

He cerrado la ventana que escala cordura
para que no huya tu aire efímero
entre el cristal de mi mar profundo,
para engancharme a tus sendas de abrigo;
raíz norteña envuelta en soplos salados.

No eres mío, ni de tus pensamientos,
porque eres del viento, de tus descuidos,
de tu exceso, de lo que hablan tus cicatrices.
Yo sólo rozo con mi brazo extendido
altos al fuego en corazas del más denso acero.

Antes de ponerme a garabatearte,
prefiero que me des papel para vivirte,
que tengo las manos cansadas,
pero a punto para otras líneas
en callejones de algodón aún estériles.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Otras miradas