jueves, 4 de febrero de 2010

RECONSTRUCCIÓN

Otro día más tenía que esconder notas en el cristal verde para que no naufragara la botella de su mirada en ningún andén. Recurría fin de semana si y fin de semana también a evaporarse sin que nadie le preguntara nada. El silencio camuflaba los enjarjes que la mantenían armada a adarajas y endejas hasta en la más oscura absurdidad.

Sólo se le hizo una pregunta al aire que por dentro alteró su sistema y consigo retumbó el pasillo -¿Qué sistema llevas?- No supo que decir, era mejor no dar explicación, ni hacer dictados y seguir con viajes a ninguna parte lejos de aquella caja incendiaria atestada de afonías, secretos y otras tantas cosas que olvidó por no tener que volver a buscarlas, sólo por encontrar un poco de alivio mientras tejía su tela de araña.

Probablemente debería haber reenviado la pregunta, añadiendo otras tantas, pero su mirada mojada se lo impedía si estaba enmarañada por otros tantos días por delante que la retorcían hasta su saciedad antes de volver a partir.

Esa fue una mera parte de la vida que él quiso y se dio, olvidando que la empujaba a ella consigo yuxtaponiendo lo que nunca se dijeron en cada silencio, pero de aquello hace ya más de diez años.

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