Vas caminando
y hasta el mismo suelo
parece apartarse de ti.
Las losas crujen burlándose
en vez de guardar silencio.
Sólo tropiezas con el brillo esquivo
que engaña a tus ojos
mientras buscan protección
a la luz, al ruido y al desgaste.
Después de caminar las betas del mármol
ya no parecen guillotinas tan afiladas.
Preciosas líneas... tus líneas, tus pasos.
ResponderEliminarbesos
Yo lo que hacía (y a mis 36 sigo haciendo de vez en cuando) es esquivar las líneas entre baldosas y las baldosas que no me gustaban... Es curioso cómo ese tipo de actos, reflejan lo que es la vida de cada persona...
ResponderEliminarSe nos presentan tantas líneas y de tantos tipos en el momento crucial que no sabemos por cuales circular..
ResponderEliminar¡Besos!
a mi los marmoles me parecen laberinticos.
ResponderEliminarcomo que algo esconden.
hermosos poemas y letras
un saludos
Sólo hay que notar la frialdad que transmiten al tocarlos.
ResponderEliminar¡Saludos y gracias por pasarte!