Sé cómo son tus mañanas,
tus lloros, tus súplicas, tus adentros
de no saber porque no la encuentras
cada mañana cuando te despiertas
entre suspiros derramados.
Sé lo que partió de tu andurrial
dejándote en los pies el pasado
y ahora te fumas los charcos de epicentro,
en el sabor de fotos anegadas en recuerdos,
crepúsculo que apenas puede volver.
Son tantos años que te sé,
que palpé a tu musa cuando contabas
la noche destetada en que perdiste
mar a dentro y desbocado
el anclaje del amor en tus remos.
Hay naufragios sabidos de antemano... sí.
ResponderEliminarbesos
hay tantas cosas que se van y vuelven que dan ganas de irse a dormir y despertar después de varios meses; aunque seguro que todo seguriría igual, o al menos de manera muy similar.
ResponderEliminarA ver si coincidimos mas!
besos